Producto Fresco 2014: producto hipster

Acoge la Central de Diseño, habitual escaparate de lo más grandao del diseño español, casi siempre forrado de carteles (en esta ocasión, cortesía del pasado TYPOMAD), una exposición que nos ofrece crea- ciones españolas de reciente aparición en el mercado y, sobre todo, de distinta índole.
Desde chimeneas con ínfulas (Chimenea ARTICULARE, de Belén Moneo) a delicadas piezas de joyería, como las vistosas porcelanas que bien podrían ser papel de Ana Martínez.
Entre ganchillos (Esmeralda González con EVERYTHING) y piezas que son más arte que diseño (como HOME/OFFICE PROYECT, Álvaro Catalán, que haría las delicias de William Morris), recorres productos de aplicación en diferentes ámbitos de la vida diaria.
Una vista apresurada, no obstante, transmite al visitante una sensación de moderno de Malasaña que quizá se ve aumentada por la disposición de los elementos, la iluminación o… incluso el hecho de estar en el Matadero (modelo de decoración tomado por las cafeterías cupcakeras que toman el centro de Ma- drid). Un tributo a la madera (TATAMI y CURVES, comercializados por Leroy Merlin, y quizá lo más ponible de la muestra) demasiado evidente, una sensación de vanalidad, de paseo por el salón del automóvil de Ginebra viendo cosas bonitas que no te vas a comprar.
No puedo sin embargo no destacar algunos elementos de notable interés para el que suscribe.
El mueble modular 3MOODS, de Unamo Design Studio, es una exquisita pieza que permite pasar de un sofá a una mesa de 8 comensales con bastante sencillez. Lo acompañan una estética acogedora generada al alimón por sus cojines redondeados y la madera (cómo no).
Cabe destacar de igual modo, pese a ser tan sólo un prototipo (no entiendo la presencia de prototipos en esta muestra) el pro- yecto UN BUEN GIRO, de Maia CCB. Aunando poesía y tipografía desarrolla una funda para ruedas de bicicletas que mediante la colocación de tipos móviles, convierte los charcos en intenteros y las calles en papel pautado. Algo de romanticismo, muy hipster también, eso sí, entre una colección de muebles y lámparas que por desgracia pasarán, en su mayoría, de fresco a caduco a la que acabe la exposición.